miércoles, 23 de febrero de 2011

A pesar de la crisis

A pesar de la crisis los niños se levantan por la mañana, desayunan, se lavan y se visten para ir al colegio. A pesar de la crisis, el chófer de autobús que los lleva se levanta también, desayuna y se viste para ir a su trabajo. A pesar de la crisis los pescadores salen a la mar, los agricultores al campo, y los astronautas al espacio. A pesar de la crisis se celebran fiestas, comuniones, bodas, bautizos, cumpleaños, funerales. A pesar de la crisis los pintores pintan cuadros, se exponen en galerías y la gente que lo aprecia lo disfruta. Los escritores escriben libros, y la gente los compra (hay alguno que incluso los lee). Los campos de fútbol se llenan los domingos, se representan funciones de teatro, conciertos de música, se va al cine y ¡hasta se compran palomitas!. Hasta los puros habanos han visto incrementada su venta internacional en un 2% , y eso que se ha prohibido fumar en los lugares públicos (a pesar de la crisis).
A pesar de la crisis hay embarazos y situaciones embarazosas, las plantas nacen, crecen, se reproducen y mueren. El sol sale por la mañana, llueve y hay explosiones intergalácticas. A pesar de la crisis los ricos son más ricos, y los pobres más pobres. Los listos siguen siendo listos, y los tontos...ellos mismos.
A pesar de la crisis, hay crisis, sí. Pero con crisis o sin ella, se siguen haciendo las mismas cosas, y ocurren las mismas cosas, en mayor o en menor medida. Y es que al fin y al cabo, somos los mismos.
A pesar de la crisis, políticos, periodistas de castañuela y otros personajillos, utilizan esta coletilla en sus discursos con no sé muy bien qué finalidad, porque, a pesar de la crisis, les seguimos haciendo caso. Y eso sí que es una verdadera crisis.